The need for professionals like us, spinologists

It has been evident for quite some time that the world is not doing well. It is also obvious that there are too many vested interests €€ that prevent us from doing what is most logical for the benefit of everyone. What we now have on top of that is the perpetuation of fear, which hinders people from thinking, reasoning, or using their own logic to understand things. Fear limits, making it easier for those who exercise control.

If we already live in an era of immediacy, non-stop activity, urgency, and stress as the norm, the last thing we need is an added factor of constant fear about what may come.

You may wonder, "What does all this have to do with spinology? Doesn't a spinologist simply work on the human spine and that's it?" Well, it has a lot to do with it. By the way, a spinologist helps the body align its spine, period.

The philosophy of the profession is based on the understanding and respect for natural laws; on the concept of the wisdom of nature (referred to as the "innate wisdom of the body" in us).

The application of the Spinology technique is one of the means, but not the end. If your spine consistently avoids vertebral misalignments, your body and mind function better—this is a fact, and it is logical. Human physiology has already accounted for it; it is not something new. It is not a method that someone discovers and develops into a profession. Simply put, the inherent potential for optimal (not mediocre) life maintenance and all its manifestations has always existed in living beings.

When I see or hear politicians or "important people," I always wonder how they would be if they had their spines checked. It is clear that having your spine adjusted is not everything for the proper functioning of the body, but it is among the most important factors. In a deck of cards, there are triumphs and secondary cards. Among those triumphs or aces is Spinology, which allows for a better physiology and a better life.

How can spinologists contribute to improving society? We are aware that we can't do much about the major pressing issues of today, such as famine, climate change and its consequences, or wars. However, what we can do, and what we do, is provide a better perspective on vitality and respect for the intrinsic nature of the individuals we "touch". The most evident and satisfying example for us is working with families. When families improve their well-being, they see things from a much more optimistic perspective.

I have been practicing spinology for 42 and a half years. I train spinologists, I have written a book on spinology, and I have conducted countless interviews, conferences, and actively engage on social media. I have to say that my message hasn't changed one bit since I started in 1981.        My mission is to help people live better, think and use their own logic, and reclaim their identity within the natural framework we live in.

If you ask me if I like the current state of the world, you already know my answer. But I am deeply convinced that, as a spinologist, I am contributing in my own way to restoring balance. Natural laws are characterized by their suitability and are governed by an order that has nothing to do with the Internet, the WHO, the Kremlin, Beijing, or Washington. It is the natural order that has existed since the first signs of life on this planet.

I now turn to the cover of my book, which depicts the ripple effect of a raindrop on the surface of a lake. And here, I'll leave it, because I would like you, the reader, to reflect upon it.

Enrique Borredá López

Arizona, artist: James Ayer

 

 La necesidad de gente/profesionales como nosotros, los spinologistas

Que el mundo no va bien, es algo evidente desde hace ya tiempo. Que hay demasiados intereses creados €€ que impiden hacer lo más lógico para beneficio de todos/as, es también obvio.

Lo que faltaba ahora es lo de "perpetuar el miedo" para hacer que las personas no puedan pensar, razonar o usar su propia lógica para entender las cosas. El miedo limita, lo que facilita el control por parte de quien lo ejerce.

Si ya vivimos en la era de la inmediatez, del no parar, de la urgencia, del estrés como norma, lo que menos necesitamos es tener un factor añadido como el temor constante a lo que pueda venir.

Os preguntaréis ¿qué tiene que ver todo esto con la spinología? El spinologista ¿no se dedica a trabajar en la columna del ser humano y punto?

Pues tiene mucho que ver, y por cierto, el spinologista ayuda a que el cuerpo se ajuste su columna y, punto y seguido.

La filosofía de la profesión se basa en el entendimiento y respeto de las leyes naturales; en el concepto de sabiduría de la naturaleza (en nosotros/as llamada "sabiduría innata del cuerpo").

La aplicación de la técnica de ajuste es el medio, pero no el fin. Si tu columna evita tener desajustes vertebrales de manera regular, tu cuerpo y tu mente funcionan mejor, es un hecho y es lógico que así sea. La fisiología del ser humano así lo tiene previsto, no es algo nuevo. No es un método que alguien descubre y desarrolla hasta diseñar una profesión. Sencillamente, siempre ha existido en los seres vivos ese potencial innato de mantenimiento óptimo (no mediocre) de la vida y todas sus manifestaciones.

Cuando veo o escucho a políticos o "gente importante", siempre pienso que como serían si estuvieran ajustados/as. Está claro que el hecho de ajustarse la columna no lo es todo para el buen fucionamiento del organismo, pero sí de lo más importante. 

En una baraja de cartas están los triunfos y las cartas secundarias. Entre esos triunfos o ases está la spinología, la que permite disponer de una mejor fisiología, de una mejor vida.

¿Cómo podemos contribuir los spinologistas a mejorar la situación de la sociedad? Somos conscientes de que no podemos hacer mucho con los grandes temas preocupantes de hoy en día (hambruna, cambio climático y sus consecuencias, guerras).

Pero lo que sí podemos hacer, y hacemos, es aportar un panorama mejor de vitalidad y de respeto hacia la naturaleza intrínseca de las personas que "tocamos". Y el ejemplo más evidente y satisfactorio para nosotros es el hecho de trabajar con familias. Familias que tienen su entorno y que al estar mejor" ven las cosas desde otra perspectiva mucho más optimista.

Llevo 42 años y medio ejerciendo la spinología, formo spinologistas, he escrito un/el libro de spinología, he hecho infinidad de entrevistas, conferencias y tengo presencia activa en las redes sociales. Y tengo que decir que mi mensaje no ha variado ni un ápice desde que empecé en 1981. 

Esta es mi misión, ayudar a la gente a vivir mejor, a pensar y usar su propia lógica, a recuperar su identidad dentro del marco natural en el que vivimos.

Si me preguntas si me gusta el mundo actual como va, mi respuesta ya la sabes. Pero también estoy profundamente convencido de que, como spinologista, estoy contribuyendo en mi medida, a equilibrar las cosas.

Las leyes naturales se caracterizan por su idoneidad y se rigen por un orden que nada tiene que ver con Internet, la OMS, el Kremlin, Pekin o Washington. Es ese orden natural existente desde la primera pista de vida en este planeta.

Me voy ahora a la portada de mi libro, en la que se ve la onda expansiva del efecto de una gota de lluvia sobre la superficie de un lago. Y aquí lo dejo, porque me gustaría que ahora reflexionaras tú, lector.

Enrique Borredá López